Los principios propuestos por la bioética proporcionan al quehacer odontológico un conjunto de valores que establecen parámetros para la mayor parte de los aspectos de las evaluaciones del profesional. En primer lugar, la vida del paciente, su salud general y su salud bucal, entendida como un funcionamiento bucal apropiado y sin dolores, constituirían la ética de mínimos. La autonomía del paciente; lo que le ocurra al cuerpo del paciente (incluyendo la importancia que éste le otorga a la salud, el confort, el costo y otros valores); las preferencias de los dentistas por ciertas prácticas (incluyendo diferentes filosofías de prácticas dentales); consideraciones estéticas, desde el punto de vista de experimentadas prácticas dentales; consideraciones de eficiencia, que puedan incluir, por parte del dentista, análisis de costos, se insertarían dentro de la ética de máximos. Diego Gracia propone el modelo denominando “principialismo jerarquizado donde considera que los principios de no-maleficencia y justicia son, de algún modo, independientes del principio de autonomía y jerárquicamente superiores, porque obligan moralmente siempre, incluso contra la voluntad de las personas, en este caso de los enfermos.. El primer escalón, o nivel está constituido por no-maleficencia y justicia, viene a representar una “ética de mínimos”: lo básico exigible para dar carácter ético al acto médico o sanitario y siempre un verdadero deber Beneficencia y autonomía comprenden el nivel 2, y cuando siguen al nivel 1convierten el acto médico en una “ética de máximos”, transformando la acción de cumplir el mero deber en satisfacción del paciente (en felicidad).
Bibliografía: Bioética y Odontología General. Revista Dental de Chile 2009;100 (2) 32-37. Dra. María Angélica Torres-Quintana Dra. Macarena Miranda Dr. Fernando Romo O.
Los principios propuestos por la bioética proporcionan al quehacer odontológico un conjunto de valores que establecen parámetros para la mayor parte de los aspectos de las evaluaciones del profesional. En primer lugar, la vida del paciente, su salud general y su salud bucal, entendida como un funcionamiento bucal apropiado y sin dolores, constituirían la ética de mínimos. La autonomía del paciente; lo que le ocurra al cuerpo del paciente (incluyendo la importancia que éste le otorga a la salud, el confort, el costo y otros valores); las preferencias de los dentistas por ciertas prácticas (incluyendo diferentes filosofías de prácticas dentales); consideraciones estéticas, desde el punto de vista de experimentadas prácticas dentales; consideraciones de eficiencia, que puedan incluir, por parte del dentista, análisis de costos, se insertarían dentro de la ética de máximos.
ResponderEliminarDiego Gracia propone el modelo denominando “principialismo jerarquizado donde considera que los principios de no-maleficencia y justicia son, de algún modo, independientes del principio de autonomía y jerárquicamente superiores, porque obligan moralmente siempre, incluso contra la voluntad de las personas, en este caso de los enfermos.. El primer escalón, o nivel está constituido por no-maleficencia y justicia, viene a representar una “ética de mínimos”: lo básico exigible para dar carácter ético al acto médico o sanitario y siempre un verdadero deber Beneficencia y autonomía comprenden el nivel 2, y cuando siguen al nivel 1convierten el acto médico en una “ética de máximos”, transformando la acción de cumplir el mero deber en satisfacción del paciente (en felicidad).
Bibliografía:
Bioética y Odontología General. Revista Dental de Chile 2009;100 (2) 32-37. Dra. María Angélica Torres-Quintana Dra. Macarena Miranda Dr. Fernando Romo O.